Lejos ha quedado ya cuando en la antigüedad utilizaban métodos como la ingesta de plantas con propiedades sedantes o el consumo del alcohol para aliviar el dolor durante los procedimientos dentales. Por suerte, las investigaciones y la tecnología han dado sus frutos. En la década de 1840, Horace Wells, un dentista de Hartford, Connecticut, fue uno de los primeros en introducir el óxido nitroso, también conocido como gas hilarante, como anestésico para procedimientos dentales.
Ahora, más de 180 años después contamos con las mejores herramientas y unas técnicas más precisas para administrar anestesia en muchos de los tratamientos dentales más demandados. Existen diferentes tipos de anestesia. Si eres de las personas que tienen miedo a las agujas, quédate a leer este artículo y encontrarás otras alterativas. ¡Te contamos todo sobre la anestesia en tratamientos dentales!
¿Qué anestesias utilizamos?
La anestesia es una gran aliada para los profesionales de la salud dental gracias al alivio y comodidad que ofrece a los pacientes. Por lo general, se utiliza una combinación de anestesia tópica y anestesia local para adormecer la zona de tratamiento y asegurar que el paciente no experimente molestias significativas.
Sin embargo, podemos encontrar diferentes tipos de anestesias para la variedad de tratamientos que ofrecemos:
Anestesia local
La anestesia local para tratamientos dentales es la más habitual. Se trata de una inyección de un líquido anestésico en la zona donde se va a llevar a cabo la intervención.
En pocos minutos, ya se empezará a notar que la zona se está volviendo insensible. Se utiliza, normalmente, en:
- Empastes
- Endodoncias
- Implantes
- Extracciones
Sus efectos suelen durar un par de horas y entre 3 y 5 sentirás que los labios y el resto de la boca estarán aún entumecidos.
Asimismo, dentro de este tipo de anestesia podemos encontrar:
- Anestesia tópica: Ayuda a adormecer la piel o la membrana mucosa y facilita la inserción de la aguja de la anestesia local.
- Anestesia por infiltración y por bloqueo: La anestesia por infiltración se usa para adormecer áreas pequeñas y superficiales, como un solo diente, mientras que la anestesia por bloqueo se emplea para adormecer regiones más extensas de la boca, como la mitad superior o inferior de la mandíbula.
Spray o gel anestésico
El spray anestésico bucal, también conocido como aerosol anestésico, es un producto que contiene un anestésico local en forma de aerosol o gel que se aplica directamente en la mucosa de la boca y la garganta.
Se trata de una anestesia que se emplea para aquellos pacientes que les tiene miedo a las agujas.
Al tener un efecto muy leve y limitado se emplea en tratamientos rápidos que no requieren mucha intervención, como los empastes, colocación de carillas, extracciones…
Anestesia general
La anestesia general en tratamientos dentales se utiliza en situaciones especiales y procedimientos complejos en los que el paciente necesita estar completamente inconsciente durante la intervención. Aunque se prefiere el uso de anestesia local o sedación consciente para la mayoría de los procedimientos dentales, hay situaciones en las que la anestesia general puede ser necesaria:
- Extracción de múltiples muelas de juicio
- Cirugías extensas
- Procedimientos complejos de reconstrucción oral
Sedación consciente y leve
La sedación consciente y leve en tratamientos dentales es un enfoque que busca aliviar la ansiedad y el malestar del paciente durante procedimientos dentales sin llegar al estado de inconsciencia total, como ocurre con la anestesia general. En lugar de eso, el paciente permanece despierto y capaz de responder, pero en un estado de relajación profunda.
La sedación consciente y leve es especialmente útil para pacientes con miedo al dentista o ansiedad dental, así como para procedimientos más largos o invasivos. Ayuda a crear un ambiente más cómodo y menos estresante en la consulta.
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Preguntas frecuentes sobre la anestesia dental
Se recurre generalmente a la lidocaína, la articaína, la mepivacaína o la bupivacaína. La concentración y el tipo de anestésico se adaptan según la naturaleza del tratamiento o la ubicación específica que requiera adormecer.
Normalmente, la anestesia dura más en la arcada inferior que en la arcada superior pero, en cualquier caso, la duración varía entre 40 minutos y 2 o 5 horas.
No todos los tratamientos dentales requieren la aplicación de anestesia:
- Ortodoncia
- Limpieza
- Blanqueamientos dentales